De visita en Mundo D, el autor del segundo gol del Pirata frente a Tiro Federal contó cómo pateó el penal. Confesó que él no era el encargado de patear.
“El Chiqui” sabe lo que es pelearla de abajo. Quizá por eso, la remontada que tuvo Belgrano en el campeonato no lo sorprende demasiado y está convencido de que “alguna chance de ascenso va a haber”. Con la misma tranquilidad y precisión con la que el sábado sometió desde el punto penal al arquero de Tiro Federal, Claudio Daniel Pérez se dispuso a hablar del “pibe de barrio” que es, desde su adolescencia en Moreno, los mismos pagos del “Luifa” Artime.
“Soy un pibe de barrio normal, tranquilo, que con la familia tuvo que luchar para todo. No fue fácil. Arranqué en Atlas, en la Primera D, con 17 años. Nos bañábamos con agua fría y teníamos que pagar nosotros para poder jugar. Me tuve que abrir camino en el fútbol. Hoy, a los 25, estoy en un club que te da todo”, contó ayer, en su visita a la redacción de Mundo D.
Pérez, que llegó a jugar en Primera la temporada pasada (28 partidos y tres goles en Tigre), pudo haber recalado antes en Belgrano. No se dio porque, después de una semana a prueba, el ex técnico pirata Francisco Ferraro le dijo que no lo tendría en cuenta y le deseó suerte, durante la pretemporada invernal de 2007 en Necochea.
–¿Te frustró aquella experiencia?
–No, para nada. Fue una linda experiencia... Pero esto es una rueda. Las vueltas de la vida son así. Venía de Flandria y después fui a Atlanta, a La Serena... Seguí creciendo.
–Cuando llegaste a Belgrano y dijiste que venías a pelear por el ascenso, ¿tus amigos te tomaron en serio?
–Mucha gente no me creía, incluso en mi familia, porque la posición de Belgrano en la tabla no daba para creer. Pero yo me tenía fe porque sabía que había buenos jugadores. Y bueno... lo estamos demostrando, ¿no?
–¿Se puede decir que sos un rústico que también sabe salir jugando?
–Es que hice toda mi carrera en inferiores como “5”, incluso jugué en esa posición en Flandria. Por eso no tengo problemas en salir jugando. Pero un par de técnicos me hicieron dar cuenta que no siempre se puede, por eso aprendí que, a veces, hay que reventarla.
–El sábado dio la sensación que estabas dispuesto a todo, con tal de que no te sacaran ese penal...
–Tenía muchas ganas de hacer un gol en Belgrano. Cuando llegué, les dije a mis compañeros que quería hacer cuatro goles este torneo. Y, como pasaban las fechas y no “mojaba”, me cargaban. Me quedan seis partidos todavía para alcanzar la marca.
–¿Se enojó Maldonado? Él estaba dispuesto a patearlo.
–Sí, él también lo quería patear, pero yo tenía muchas ganas. Al final, vino “el Gato” (Turus) y me dijo que lo pateara en serio.
–¿Y cómo sería patear un penal “en serio”?
–Es que en las prácticas me quedo pateándole a (César) Rigamonti y siempre le pego así, despacio y a colocar. Mis compañeros pensaban que lo hacía jodiendo, pero la verdad es que no me sale pegarle fuerte en los penales. Si me la dejás picando, te saco el arco; pero en los penales no puedo.
–¿Se puede manejar la ansiedad hasta el final?
–Sabemos que la gente se va a poner cada vez más ansiosa, pero es una hinchada que va a alentar siempre. Además, el grupo está muy bien de la cabeza. Yo creo que dependemos de nosotros. Si seguimos como hasta ahora, vamos a jugar por un ascenso. No tengo dudas.
Entre algodones. Una distensión en la rodilla derecha, que sufrió en los minutos finales del partido del sábado, obligará a Claudio Pérez a cuidarse al máximo. Su participación en el compromiso del jueves, cuando la “B” reciba a Unión de Santa Fe, está muy comprometida, por lo que el DT Ricardo Zielinski tendría que realizar otro cambio obligado (Ribair Rodríguez, expulsado, tampoco podrá ser tenido en cuenta).
Al trabajo. Tras una jornada de descanso, el plantel pirata volverá a las prácticas hoy por la mañana, en el predio de Villa Esquiú.
Fuente: La voz del Interior
Foto: La voz del Interior
